ca / es
12 Feb 2015

Desde hace más de un siglo, se desarrollan, en el contexto de la industria alimentaria, diferentes envases para poner a punto (calentar o enfriar) los alimentos que contienen, sin necesitar fuego, hielo u otras fuentes de calor o frío. Esto permite disponer de comida caliente (o productos fríos) en situaciones de emergencia o en contextos alejados de fuentes de energía accesibles.

El envase consiste en tres cámaras independientes: una para la comida que se quiere calentar y las otras dos contienen los productos químicos necesarios para llevar a cabo la reacción química que producirá o absorberá el calor necesario para obtener la comida a la temperatura deseada. La comida y los productos que permitirán su calentamiento están físicamente separados por una pared metálica conductora del calor. Por su parte, los reactivos están separados por una membrana que se perfora al pulsar un determinado punto del envase. Al accionar el envase, los reactivos se mezclan y se produce la reacción química y el calor necesario para calentar el alimento. Si el envase enfría el contenido, el proceso será diferente y absorberá calor haciendo bajar la temperatura del alimento.

Calor sin fuego y frío sin hielo

Pin It on Pinterest