Mi ejemplo de química en la vida diaria es la batería, un elemento imprescindible en muchos ámbitos de nuestra vida y que no nos damos cuenta. Una reacción redox en el bolsillo que nos ofrece horas de autonomía y una forma de concebir el mundo muy diferente.
He escogido este tema porque es de uso común, imprescindible en nuestra era tecnológica, y basada en una reacción redox, por lo tanto, esencial.